julio 1, 2025

El cumplimiento normativo en el sector sociosanitario: una mirada desde la práctica y la ética

Medico - Organizzativo - Amministrativo

Tiempo de lectura: 6 minutos

La gestión del cumplimiento normativo en el sector sociosanitario representa un desafío complejo y en constante evolución. Las residencias, centros de día y otras entidades del ámbito del cuidado deben articular tres culturas profesionales distintas, pero interdependientes: la asistencial, la administrativa y la organizativa. Cada una responde a prioridades y formas de trabajo específicas, por lo que integrarlas en un sistema coherente de compliance no es sencillo, pero sí imprescindible para garantizar la calidad del acompañamiento y la protección de las personas atendidas y de los equipos profesionales.

Desde Connect compartimos nuestra visión sobre cómo abordar esta complejidad, destacando el papel de la inteligencia artificial (IA) como herramienta de apoyo. Aunque el proyecto se encuentra aún en fase experimental, lo impulsamos con un firme compromiso ético y humano, poniendo el foco tanto en la protección de las personas atendidas como en el bienestar de los profesionales.

Tres culturas, un mismo objetivo

Hablar de cumplimiento normativo no es solo hablar de normativas. También implica articular diferentes maneras de entender y aplicar el trabajo diario:

Cultura asistencial: El personal de atención directa —como gerocultores/as, terapeutas ocupacionales, trabajadores/as sociales, psicólogos/as, médicos/as y personal de enfermería— centra su labor en acompañar a la persona desde un enfoque integral. Su prioridad es garantizar el bienestar, la dignidad y la seguridad de las personas atendidas. A menudo, los procesos administrativos pueden percibirse como una carga añadida que resta tiempo a la atención directa.

Cultura administrativa: Las personas encargadas de la gestión documental, la relación con organismos públicos, la planificación de turnos o el control de calidad están orientadas a garantizar el cumplimiento de requisitos normativos, auditorías, acreditaciones y procedimientos internos. Para esta cultura, los protocolos, registros y documentación son herramientas esenciales que sostienen el funcionamiento seguro y legal del centro.

Cultura organizativa: Abarca la visión global de la entidad, desde la gobernanza y la mejora continua hasta la gestión de riesgos. Promueve la integración entre las áreas para que los objetivos institucionales —como la atención centrada en la persona, la calidad del servicio y la sostenibilidad— se traduzcan en acciones coordinadas y eficaces.

Estas culturas no siempre se alinean fácilmente. Por ejemplo, una auxiliar puede sentir que registrar una incidencia retrasa su intervención con una persona que necesita apoyo inmediato, mientras que el área de gestión considera dicho registro clave para la trazabilidad y la seguridad. Por ello, resulta fundamental generar una cultura de cumplimiento normativo compartida, en la que se entienda que cumplir no significa burocratizar, sino garantizar calidad, transparencia y protección.

Cumplimiento normativo y sobrecarga cognitiva: un riesgo real

La complejidad del sector sociosanitario hace que muchas tareas vinculadas al cumplimiento normativo recaigan en los equipos sin que siempre exista una coordinación o automatización suficiente. La documentación de actividades, la supervisión de protocolos de higiene, la gestión de planes individualizados o la actualización de normativas genera una carga cognitiva elevada para los profesionales.

Esta sobrecarga puede llevar a situaciones como:

  • Omisiones involuntarias en la documentación.

  • Falta de seguimiento en protocolos por priorizar la atención directa.

  • Duplicidad de tareas entre áreas.

  • Aumento del estrés o sensación de frustración entre los equipos.

En estos casos, los errores no derivan de falta de compromiso, sino de la acumulación de tareas simultáneas y de sistemas poco adaptados al flujo real del trabajo en los centros. Este contexto también puede incrementar el riesgo de burnout y afectar tanto a la calidad del servicio como a la seguridad institucional.

¿Cómo puede ayudar la inteligencia artificial?

Desde Connect creemos que la inteligencia artificial puede convertirse en una aliada clave para aliviar la carga operativa, aumentar la precisión y facilitar una cultura de cumplimiento normativo más fluida y accesible para todos los perfiles profesionales. Algunas de las líneas de trabajo que estamos explorando incluyen:

  • Automatización de tareas rutinarias: La IA puede encargarse de completar formularios estándar, validar documentación o gestionar listas de verificación, liberando al personal de tareas repetitivas y permitiendo dedicar más tiempo al acompañamiento directo.
  • Apoyo a la toma de decisiones: Mediante el análisis de datos y la validación de protocolos, la IA puede alertar sobre desviaciones, riesgos o incumplimientos, ayudando a mantener la coherencia en los procedimientos clave.

  • Gestión de la información normativa: En un entorno cambiante, la IA puede filtrar y destacar los cambios relevantes en leyes o procedimientos, facilitando que el personal administrativo adapte sus tareas con agilidad.

  • Supervisión proactiva del cumplimiento: Sistemas inteligentes podrían monitorizar la vigencia de certificaciones, planes de formación o registros obligatorios, enviando alertas y reduciendo el riesgo de no conformidades en auditorías o inspecciones.

Una IA con enfoque ético y humano

Connect promueve una IA al servicio de las personas, no como sustituto, sino como complemento de su trabajo. Por eso, toda herramienta que desarrollamos mantiene la validación humana como eje central. La supervisión, el sentido común y el juicio profesional no pueden ni deben ser reemplazados por ningún sistema automatizado.

Nuestros desarrollos cumplen con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y se diseñan bajo principios de transparencia, seguridad y fiabilidad. Además, involucramos activamente a los profesionales del sector en la fase de diseño y prueba de herramientas, para que respondan a necesidades reales, sean intuitivas y fáciles de usar en el día a día de los centros.

Comprometidos con una nueva visión del cumplimiento normativo

En el sector sociosanitario, una buena gestión del cumplimiento normativo no es una barrera, sino una oportunidad para reforzar la confianza, proteger derechos y mejorar la calidad de vida de las personas atendidas. Desde Connect, trabajamos para que la inteligencia artificial sea una aliada en ese camino, siempre con un enfoque ético, centrado en las personas y alineado con los valores de la Atención Centrada en la Persona.

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