La compliance en el ámbito sanitario representa un reto complejo y en constante evolución. Los hospitales y centros clínicos deben gestionar la intersección de tres culturas distintas, pero interconectadas: clínica, administrativa y organizativa, cada una con prioridades y métodos operativos propios. Integrar estas diversas culturas dentro de un sistema coherente de compliance es difícil pero esencial para garantizar la seguridad del paciente y la calidad asistencial. En este artículo compartimos la visión de Connect sobre cómo gestionar esta complejidad y el potencial de la inteligencia artificial (IA) como herramienta de apoyo para los profesionales. Aunque el proyecto aún está en fase experimental, Connect afronta esta tarea con un sólido compromiso ético centrado en la protección tanto de los pacientes como de los profesionales sanitarios.
Las tres culturas del ámbito sanitario La compliance en salud no se limita solo a cumplir normas; también implica armonizar diferentes enfoques profesionales:
Cultura clínica: Médicos y personal de enfermería se concentran principalmente en los resultados clínicos y la atención directa al paciente, siguiendo guías clínicas y protocolos asistenciales establecidos. Para ellos, la máxima prioridad es garantizar la seguridad y adecuación de los tratamientos, percibiendo a menudo las obligaciones administrativas como barreras más que apoyos.
Cultura administrativa: El personal administrativo prioriza la conformidad normativa, la documentación y la gestión de recursos, enfocándose en aspectos legales, acreditaciones y procedimientos internos. Para esta cultura, los procedimientos detallados —desde la gestión de datos médicos hasta las listas de comprobación de seguridad— son fundamentales para asegurar la integridad legal y operativa.
Cultura organizativa: Este enfoque general integra objetivos clínicos y administrativos mediante la gobernanza, la mejora continua de la calidad y la gestión de riesgos. Promueve iniciativas como la integración de rutas clínicas, la garantía de calidad y la seguridad del paciente, alineándolas con los objetivos institucionales.
Estas culturas no siempre se integran fácilmente. Por ejemplo, un médico podría considerar la documentación administrativa como una distracción de su tiempo dedicado al paciente, mientras que el personal administrativo la ve crucial para asegurar la compliance y protección institucional. Por tanto, las organizaciones sanitarias deben equilibrar cuidadosamente estas perspectivas para que se comprenda que una buena compliance puede mejorar tanto la calidad asistencial como la eficiencia operativa.
Compliance y carga cognitiva en el ámbito sanitario
La naturaleza multifacética de la compliance genera una importante carga cognitiva para los profesionales sanitarios. Médicos y enfermeras deben cumplir continuamente procedimientos diversos, desde la gestión terapéutica hasta los protocolos de higiene, mientras el personal administrativo enfrenta normativas cambiantes, obligaciones de reporte y estándares de calidad. Esta complejidad aumenta el riesgo de sobrecarga cognitiva.
En la práctica diaria, los profesionales sanitarios gestionan múltiples responsabilidades simultáneamente. Un enfermero enfocado en la documentación podría no percibir un cambio sutil en el estado clínico del paciente. De manera inversa, un médico concentrado en decisiones clínicas podría olvidar procedimientos administrativos importantes. Estos errores suelen derivar no de negligencia, sino del exceso de carga cognitiva y la multiplicidad de prioridades concurrentes, aumentando riesgos de burnout, errores procedimentales o una compliance insuficiente, con posibles repercusiones sobre la seguridad del paciente y la institución.
La visión de Connect
¿Cómo puede la IA apoyar la compliance?
Connect reconoce el potencial de la inteligencia artificial para reducir esta carga cognitiva y mejorar la precisión, explorando métodos para transformar procedimientos complejos de compliance en herramientas intuitivas de apoyo para los centros sanitarios.
Automatización de tareas rutinarias: La IA podría gestionar eficientemente actividades administrativas repetitivas, como completar automáticamente formularios estándar y verificar la integridad documental. Esto reduciría significativamente el tiempo dedicado por el personal a tareas burocráticas, permitiéndoles enfocar mayor atención directa al paciente, manteniendo al mismo tiempo alta precisión administrativa.
Apoyo a la toma de decisiones y control de precisión: La IA podría apoyar la compliance clínica verificando prescripciones frente a vías clínicas establecidas y señalando potenciales riesgos, como interacciones medicamentosas. Al promover en tiempo real la adherencia a protocolos esenciales, como listas de comprobación de seguridad, la IA estandarizaría las prácticas asistenciales, apoyando al personal clínico y mejorando la seguridad del paciente.
Gestión de información: La IA podría reducir la sobrecarga informativa filtrando y presentando actualizaciones relevantes sobre normativas y procedimientos. Para los administrativos, sistemas IA podrían integrar rápidamente cambios normativos en las actividades diarias, facilitando respuestas rápidas y precisas a requerimientos de compliance mediante tableros intuitivos.
Apoyo administrativo a la compliance: La IA podría ayudar con tareas administrativas monitoreando certificaciones y requisitos de formación, enviando recordatorios oportunos y gestionando reportes de incidentes. Al identificar proactivamente potenciales problemas de compliance, permitiría al personal administrativo resolver estas situaciones antes de convertirse en objeto de inspecciones normativas.
El compromiso ético de Connect en la integración de la IA
Consciente de la responsabilidad implicada, Connect coloca la ética en el centro de la experimentación e integración de la IA. Nuestra visión promueve una «IA con enfoque humano», concibiendo las herramientas de inteligencia artificial como asistentes que apoyan, nunca sustituyen, a los profesionales responsables de las decisiones.
En la práctica, esto implica garantizar la supervisión humana en todas las etapas. Por ejemplo, la IA podría proponer borradores de reportes o listas de comprobación de compliance, pero la validación final siempre permanecería firmemente en manos del personal sanitario y administrativo. Transparencia, seguridad y fiabilidad guían la experimentación de IA de Connect, con estricto cumplimiento del RGPD y de los principios de protección de datos sensibles de los pacientes. Además, Connect implica activamente a los profesionales en el desarrollo de soluciones IA, asegurando que las herramientas sean constantemente monitorizadas e intuitivas, alineadas con las necesidades reales del ámbito clínico y administrativo.
Esta postura ética ofrece confianza a los profesionales sanitarios en el uso de las herramientas IA. Para los pacientes, promete una mayor seguridad y calidad asistencial. El objetivo final es una colaboración armoniosa en la que la compliance sea una parte integral de la práctica diaria, protegiendo tanto a profesionales como a pacientes.