¿Puede una herramienta como la inteligencia artificial convertirse en un apoyo real para los profesionales de residencias y centros de día a la hora de tomar decisiones centradas en la persona? Un reciente estudio de la Universidad de Stanford ofrece claves muy interesantes que merecen la atención del sector sociosanitario.
IA al servicio del diagnóstico: ¿cómo de efectiva es realmente?
El estudio, publicado en JAMA Network Open, analizó el impacto de la IA (en concreto, ChatGPT-4) en la resolución de casos clínicos reales. Participaron 50 médicos, divididos en tres enfoques: diagnóstico tradicional, diagnóstico asistido por IA y diagnóstico realizado únicamente por la IA.
Los resultados fueron claros: la IA, trabajando por sí sola, alcanzó una puntuación media de 92 sobre 100, mientras que los médicos —con o sin ayuda— se movieron entre los 74 y 76 puntos. Un dato que genera debate, pero también abre oportunidades.
¿Y qué significa esto para nuestro sector?
Aunque el estudio se centró en médicos, sus conclusiones son especialmente relevantes para profesionales sociosanitarios y responsables de atención en centros de mayores, centros de día o servicios especializados. En estos entornos, donde los equipos multidisciplinares gestionan información sanitaria, social y funcional de manera continua, la calidad y estructura de los datos es fundamental.
La IA puede ayudar a detectar patrones, anticipar riesgos o mejorar el seguimiento de las personas usuarias… siempre que contemos con historiales sociosanitarios electrónicos bien segmentados, actualizados y completos.
La calidad del dato, clave para una IA útil y segura
El estudio resalta que la inteligencia artificial no puede generar valor sin datos fiables. Para que sea realmente útil en el sector sociosanitario, necesitamos avanzar en digitalización estructurada de las historias de vida y los planes de atención individualizados, unificación de la información sanitaria, social y funcional em sistemas interoperables, análisis predictivos aplicados a condiciones específicas de las personas.
IA y profesionales: una colaboración que exige formación y estrategia
La inteligencia artificial no sustituye la experiencia ni el juicio profesional. Lo que sí puede hacer es aportar una segunda opinión objetiva, rápida y basada en evidencia, siempre que los equipos sepan cómo interactuar con ella.
Aquí entra en juego un nuevo rol: el del profesional capacitado para dialogar con la IA, formulando las preguntas adecuadas, validando sus respuestas y tomando decisiones informadas.
En este sentido, herramientas como los sistemas de historia sociosanitaria electrónica enriquecidos con datos útiles para el análisis, son esenciales para una integración eficaz.
Una oportunidad para el sector sociosanitario
Estamos en un momento clave para plantearnos cómo queremos integrar la IA en nuestros servicios. Con una formación adecuada, una visión ética y una apuesta decidida por la calidad del dato, esta tecnología puede convertirse en una herramienta de apoyo para mejorar la atención centrada en la persona, prevenir riesgos y optimizar recursos.
La clave no está solo en la tecnología, sino en cómo la usamos. Este estudio de Stanford es un buen punto de partida para el debate, pero sobre todo para la acción.
El estudio completo está disponible en JAMA Network Open y fue presentado en el simposio de la American Medical Informatics Association 2024.